Los compradores y titulares de la comunidad invierten su dinero en acciones que consideran de buen valor y las mantienen durante periodos de entre 1 y 50 años. Este estilo de inversión es el más adecuado para las personas orientadas al largo plazo por naturaleza, que no buscan un beneficio rápido y tienen buen ojo para las buenas empresas. El defensor más famoso de este enfoque es el segundo hombre más rico del mundo, Warren Buffet, por lo que podría decirse que no es un estilo tan malo.
El day trading es todo lo contrario al enfoque de comprar y mantener y consiste en personas que compran y venden acciones en un periodo muy corto, generalmente en el mismo día. Si tiene mucho tiempo y está preparado para observar los movimientos del mercado muy de cerca, este enfoque puede ser para usted.
Lo siguiente que debe tener en cuenta es el tipo de análisis que desea realizar sobre las acciones que está considerando. Por lo general, existen dos escuelas de pensamiento, una de ellas fundamental y la otra técnica. Siempre habrá gente que se incline por una u otra, pero lo más sensato es incorporar una mezcla de ambas.
Los fundamentalistas tienden a fijarse en los beneficios de la empresa, la dirección de la gestión, los planes futuros y las perspectivas de crecimiento, la economía en su conjunto y otros factores empresariales y económicos similares.
Por su parte, los que tienen una formación matemática o científica se fijan en los gráficos de precios de las acciones y emplean diversas técnicas de análisis técnico, ratios, indicadores y tendencias para identificar las acciones que desean analizar más a fondo.
Hay que tener en cuenta que basarse exclusivamente en uno u otro no es lo más sensato. Por ejemplo, un gráfico que tiene todos los indicios de que una acción va a ser una buena opción para el futuro es inútil si la empresa va a declararse en quiebra. Como he mencionado antes, hay que considerar una mezcla de ambos.
Cuando decida qué tipo de inversor quiere ser, una de las consideraciones más importantes es su umbral de riesgo. En otras palabras, cuánto está dispuesto a perder. Esto también influirá en el estilo de inversión que elija y tendrá relación con el nivel de rentabilidad que busque.
Hay muchas formas de invertir y no hay una manera correcta o incorrecta. Cada cosa funciona para una persona diferente. Es fundamental que decida qué método le conviene más y que se ciña a él.